Tenemos el honor de presentar a Antonio Ojeda, un destacado deportista en Taekwondo, representando con honor a nuestra escuela, Andalucía y España en múltiples ocasiones y orgulloso poseedor del Cinturón Negro 3º Dan. No solo es un apasionado atleta, sino también un estudiante brillante que actualmente se embarca en la emocionante travesía de la medicina en la prestigiosa Universidad de Granada. Más allá de sus logros en el tapiz, Antonio es reconocido por su carácter excepcional y su dedicación tanto en el Taekwondo como en sus estudios. ¡Conozcamos más sobre la inspiradora historia de este verdadero campeón!
Cuéntanos sobre tus primeros días en el Taekwondo. ¿Qué te motivó a empezar y cómo fue tu experiencia como principiante?
Empecé en taekwondo porque mis padres veían con buenos ojos que su hijo practicase un arte marcial, la cual inculca valores como el respeto, la tolerancia, la perseverancia, el trabajo duro, la disciplina, la templanza y la concentración, entre otras. Oyeron hablar de un club de taekwondo en el pueblo de donde soy oriundo (Pedrera, Sevilla) y decidieron apuntarme.
Todos enfrentamos desafíos en nuestro viaje. ¿Puedes compartir algún obstáculo significativo que hayas superado durante tu entrenamiento en Taekwondo?
Digamos que una de las características más destacadas de este deporte es la flexibilidad. Yo observaba a mis compañeros más veteranos y admiraba su capacidad de pegar patadas muy altas. Así que con trabajo duro y muchas horas de esfuerzo, superé el obstáculo de pegar patadas por encima de mi cabeza y, más tarde, conseguir la apertura lateral y frontal completa.
¿Hay algún momento específico en tu carrera de Taekwondo que recuerdes con especial cariño o que haya sido especialmente significativo para tí?
Todos los campeonatos tienen su esencia y sus momentos especiales y guardarán un momento especial en mis recuerdos y mi corazón. Si tuviera que resaltar uno, recuerdo con añoranza cuando conseguí en 2019 clasificarme y participar en el campeonato de Europa en junior en la categoría individual y en pareja. Competir contra los mejores del continente y representar a mi país ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
¿Cómo ha impactado el Taekwondo en tu vida fuera del dojang? ¿Has experimentado cambios significativos en tu mentalidad, hábitos o relaciones?
Como dije antes, el taekwondo me ha brindado una serie de valores que pongo en practica en mi día a día. La perseverancia para conseguir objetivos a largo plazo, la disciplina para hacer las tareas a pesar de su tediosidad o dificultad, la importancia de cuidar el cuerpo y la mente, la capacidad de hablar, respetar y relacionarme con las personas que me rodean... Son algunas de las muchas situaciones en las que los valores del taekwondo actuan de forma transversal en mi vida
A lo largo de tu viaje en Taekwondo, ¿cuáles son algunas lecciones importantes que has aprendido, ya sea sobre tí mismo o sobre la vida en general?
Aplicado a la vida en general, me ha enseñado que la vida nos da lo que merecemos. Si trabajamos duro, perseguimos nuestros objetivos y nos sacrificamos lo suficiente podremos llegar a nuestra meta. Sin embargo, todo aquel que no está dispuesto a esforzarse de esta manera, tendrá muy complicado avanzar en sus proyectos de vida.
A nivel personal, me ha ayudado a forjar una personalidad estoica, comprensiva, paciente, luchadora y ambiciosa que, como es lógico, intento aplicar a distintos ámbitos de mi vida como en mis estudios, y en las relaciones con los que me rodean.
Para aquellos que están comenzando su viaje en Taekwondo, ¿qué consejos les darías basados en tus propias experiencias y aprendizajes?
Les recomendaría que disfrutasen del camino. Que perseveren y que disfruten la sensación de ir mejorando día tras día de manera progresiva e inexorable. El camino del taekwondoka nunca tiene un fin, y es muy bonito darse cuenta de que siempre puedes mejorar, y que tú puedes ayudar a los demás a mejorar y viceversa: tus compañeros te ayudan a mejorar y veis como avanzáis mutuamente
Los maestros desempeñan un papel crucial. ¿Cómo ha influido tu relación con tus maestros en tu desarrollo como artista marcial?
Pienso que un maestro es una persona que invierte su tiempo en transmitirte su experiencia y te enriquece como alumno. Un maestro es un líder, una persona a la que admirar y respetar, tanto por su trayectoria, pero aún más por los valores que enseña en su escuela. Por ello, pienso que un buen maestro también debe ser cercano con sus alumnos, comprensivo y empático. Estas características no sólo son buenas para sus alumnos, sino que también favorecen la armonía dentro del club y el desarrollo personal y profesional de todos sus miembros
Desde tus primeros días hasta ahora como cinturón negro 3° Dan, ¿cómo ha evolucionado tu estilo y enfoque en términos de técnicas y habilidades?
Siempre se parte desde un aprendizaje desde cero. Por tanto, primero se enseña a tu cuerpo qué movimientos o conjunto de técnicas se persigue hacer. Una vez hecho esto, se va puliendo dicha técnica por separado, para luego unirlas todas y aplicarlas en las competiciones.
Aún habiendo aprendido a realizar todas las técnicas correctamente, siempre hay novedades y actualizaciones que llegan desde organismos nacionales e internacionales, que nos invitan a reciclarnos y a cambiar ciertos aspectos con el fin de maximizar nuestro nivel.
¿Cómo ha sido la experiencia de participar competitivamente en el taekwondo y qué aprendiste de ella?
He tenido el placer y el privilegio de competir en campeonatos a nivel nacional e internacional. En cada campeonato, los nervios hacen acto de presencia, pero conforme vas a mas campeonatos, aprendes a gestionar mejor esos nervios. En cada competición puedes sacar cosas de provecho: una buena actuación o un buen planteamiento de tu actuación, errores que corregir, y lo que es más importante, enriquecerte a nivel personal aceptando con humildad consejos de tu equipo, e incluso de tus rivales. Por tanto, asistir a campeonatos nos permite establecer una relación de amistad incluso con nuestros propios rivales.
Como cinturón negro 3° Dan, ¿cuáles son tus metas y aspiraciones continuas en el Taekwondo? ¿Hay áreas específicas en las que buscas mejorar o contribuir?
El camino del taekwondo no creo que tenga un final. Mi objetivo es seguir avanzando en dicho camino, progresando en mi formación, mis habilidades y valores. Todo ello, sabiendo que nunca voy a alcanzar la perfección, pero sí progresando en todas las áreas del taekwondo para convertirme en un deportista mas completo.
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